jueves, septiembre 08, 2005

IDEARIO 5

Hoy, he decidido recorrer mejor mi blogg, y he descubierto que se puede elevar un cuento en este. Es asi que he decidido poner a la consideracion de todos los que visitan mi  blogg, un cuento corto de una mascota.
Estos cuentos cortos los escribo pensando en todos aquellos chicos que en edad de entre 4 a 12 años, esa edad en donde nos choca todo lo que estamos acostumbrado a cuidar, un autito, una muñeca, regalitos que nunca vamos a volver a tenerlos, animalitos que acostumbrados a uno, un buen dia, nos dejan solos... y como aquel vacito de coca que se nos cae... nos deja con un amargo gusto y solos...
Bien, a todas aquellas maestras, docentes, profesoras, madres, padres que quieran contarles a sus hijos que "habia una vez...", palabras que se han perdido en el tiempo, pues ahora se tiene que hablar de un chico que nacio mago... que tiene poderes... que ve mas alla del futuro... y hemos dejado esa sana costumbre de contarles un cuento a nuestros hijos...
Por ellos y por eso, los invito a leer este retazo de alegria cuando estuvo con nosotros...
Relatos para leer a chicos de Jardín, 1º, 2º y 3º. HISTORIA DE UNA MASCOTA


“CIRO” 

Aún no habíamos terminado de acostumbrarnos al último integrante de la familia, Brown, cuando salido de vaya a saber de donde, aparece, con el cuento de que es un regalo de la abuela Betty, este animalejo, quien lejos de ser esperado, llegó de la mano de Tere, vía pasaje terrestre, con el cuento de que… “…lo manda la abuela para mamá…!”, y no teníamos que desechar, he aquí que nuevamente a volver a ver pequeños laguitos en el piso de la galería, comedor, salón etc… Todos mirábamos de reojos como era el acostumbramiento, esperando que tenga visos de no querer quedarse, para tomar la decisión de que se lo lleve... “magoya!”, pero, aguantó las miradas indiscretas, gruñidos no tan amigables de sus demás congéneres… ya sea, Zoe, Chiffuz o Brown, hicieron lo posible para que no se quedara, pero… amparado por las manos de la dueña de casa, Marcia, no pudieron hacer mucho… y, bueno… aquí esta con nosotros, pese a todo. Pelito entretejido, color blanco con pintas marrones, y manchitas como salpicón de pinturita marrón, tirando a hijo de hipi, ojitos vivaces, bigotitos enrulados, pequeñas patitas que buscaban con su medio andar lo que no conocía, seguido de cerca por los demás integrantes del staff de seguridad de la casa, éstos, atentos a todo lo que de él viniera, no podía correr, le imposibilitaba su pancita, cargada de leche que, por mucho tiempo nos hizo cree que era su único alimento, hasta que nos dimos cuenta de que también tomaba como los demás, mate cocido, por supuesto con leche!, sopa, alimento balanceado para gatos, perros, leones, lechuzas, etc... y algunos huesitos, como para afilar mas sus dientitos. Al cabo de un tiempo, ya acostumbrado a su nombre también, nos comenzó a demostrar que no solamente comía, mea… sino que también hacia pis, y cag… hacia caca, que entendía lo que se le decía, nuevamente empezamos a buscar en el cuaderno de los recuerdos, las palabras mágicas de: “a la cucha…!”, “raje…raje…raje…!, “ quien hizo esto…?!, y otras como “vamos…”, palabra que dicha en cualquier momento y hora, implica que el batallón tome hacia el portón, no queda nadie…!, todos afuera…!, él también! Eso si, hay que armarse de paciencia y esperarlo, pues mientras los otros salen en tropel, él, mientras recorre con la mirada la larga casa, como controlando que todo quede en su lugar, se sienta, juguetea un rato con su cola, se rasca las pequeñas pulgas que ya debe tener, llega a la salida cuando los demás están entrando, pero de todas formas, él también se une a estos y saltando se dirige hacia la salida, en donde le llama la atención todo lo que ve, pasa o se mueve, demás esta decir que, no solamente los ojos de quienes están al cuidado de estos esta atento, sino también la mirada tanto de Zoe, como de Brown, están permanentemente sobre él. No lo dejan acercarse, como ellos, al cordón de la calle. Aun no ha salido mas allá de la vereda de la casa, es muy probable que pueda conocer, a su debido tiempo, como los demás, la plaza que esta a pocas cuadras de la casa. Estaba vedado para el y los demás, el cordón de la vereda... pero él, caso que le hacia, en cuanto no lo atendíamos, zas...! en la calle...! cobraba, ligaba, pero... Otro tema es prepararle la comida, es el único que come alimento balanceado para cachorros, bah…! No es el único, si se le da a todos, todos comen, incluyéndolo al chiffuz. El ruidito que produce sus dientitos al masticar estos, hace que sea un llamado para los demás, quienes desde que él se encuentra, no aparecen por la cocina, lugar sagrado…!, a la vez, lugar únicamente violado por el gato, no hay que dejar nada al alcance de este… porque, con la complicidad del Brown, no dejan nada. Ya hace mas de un mes que se encuentra compartiendo un lugar aquí, ha aprendido que la desobediencia se paga, por lo menos él, y por lógica, los demás integrantes, al ver que este cobra, no se acercan. Nuevamente las sesiones de terapia para todos, pero esta vez, en grupo, se les mostraba el nuevo integrante y se les decía, todo lo que no tenían que hacer con él, y todo lo que si estaba permitido, encima, este traía un olor a leche materna, si quien no éramos animales, olíamos, no puedo dejar de imaginarme los que tenían fino olfato, a la vez, de ser gordito, rosadito… me imagino las papilas gustativas como habrán segregado saliva!. Pero, aguantó! Ya comenzó a rascarse, signo inequívoco de que tiene animalitos entre el pelo que le pellizcan el cuero, así que esta a un paso de que sea atendido por primera vez por un veterinario. Es probable que en cualquier momento nuevamente, a dar cucharitas de antiparasitario, etc.… Ha pasado el tiempo en que era un cachorrito mas que mimado, ahora paso a ser un cachorrito bastante molesto, ya que no deja zapatilla sin que pase por sus dientes, huesos pelados, a los que los arrastra por el piso sin horario alguno, a veces son las tres de la mañana y se oye como si alguien esta moviendo estos a lo largo de todo el corredor. No contento con despertar a los humanos, recorre los diferentes lugares en donde descansan sus congéneres, y a estos los saca de sus cuchas a los tarascones, algunos, caso Brown, aguanta, pero, hace valer su tiempo de descanso y sus colmillos, mas grave se hace con la Zoe, quien, no es de las que tiene paciencia con los chicos, menos con los cachorritos, y si este es molesto, menos aun. Es así que su grito de socorro parece un desafió a los oídos, pues es tan estridente que uno deja el pedacito de sueño que esta disfrutando para ver que ha sucedido, y cuando se levanta y va a ver, este, lo recibe con un movimiento de su colita como diciendo, “… no paso nada!”. Otro momento es el de la comida, si antes la hora de su leche era bien recibida, ahora, la hora de la comida es un canto a la alegría, es un sinfín de vueltas sobre si mismo, un buscar a quien molestar, no le interesa si es el gato, también a él le clava sus dientitos, aquí nos dimos cuenta de que se lo trata como a una criatura, pues, este felino, deja que le haga todo lo que puede aguantar de él. Así cumplió su sexto mes con nosotros, ya es un cachorro tirando a adulto, pues, hace cosas de estos, no deja nada en su lugar, a la vez, su ladrido cambio de sonido, ya no es el estridente de unos meses atrás, éste se tornó mas grave, pero aun así, no es de los que se toma el trabajo de correr hasta el portón y ver a que ladran los demás, no!, el desde donde esté, sea en el fondo de la casa, en el comedor o en algún lugar de esta, desde allí ya sale corriendo y ladrando, a lo largo de toda ésta. Además, no le importa la hora, sea de mañana, noche o madrugada… para él, el llamado de los demás, es sagrado, ladra desde donde sea. Así también, por ahora, nada mas que por a hora, como diría el locutor, recibe gritos de todos los rincones… “Ciro…!”, lejos de callarse, al contrario, escucha su nombre y se para y ladra en el lugar en donde hizo alto. Hoy, a pocos días de que la Zoe, sea madre de cinco cachorritos, fue el primer día en que ha podido conocerlos a sus sobrinos, pues, salieron, tres con el pelo de Brown y dos con el pelo negro azabache de la madre, de él únicamente las patas, cuatro!, de todas maneras, hemos visto de que para él también existe lo que se llama asombro, pues, al ver a los chiquititos alrededor de su madre, con su cuello estirado, su nariz apuntando hacia los bultitos que se distinguían debajo de esa madre, un Brown que lo miraba de reojo, como diciendo, hasta allí nomás!, una Zoe, a punto de levantarse en cuanto este de un paso mas, el sabiendo que el horno no estaba para bollos y que él tenia toda la levadura en su contra, se ubicó a una prudente distancia de estos, y allí se quedó por un momento, hasta que satisfecha su curiosidad, se alejó. Lo tomó al Brown, como su hermano mayor y a la vez, profesor de ataque, ladrido, gimnasia, mordeduras, etc. Pues cuando está con él, le hace de todo, y éste, sabiéndolo menor que él, deja que desahogue su pequeñez, hasta que hastiado y cansado, opta por hacer valer su robustez, y le da unos tarascones como diciéndole, Basta! Al Chiffuz, el felino de la casa, lo tiene loco, no lo deja un solo segundo que tome sol echado en la galería o en el fondo, en donde lo encuentre, se le sube arriba, le muerde la nuca, las patas, pero, este también, sabiéndolo miembro de la casa, deja que le haga lo que quiera, pero, cuando no lo estamos mirando, le pone dos manotazos y san se acabó!, no lo molesta por unos segundos, repuesto, vuelve a la carga. Se vuelve a escuchar el maullido del gato, pero, a la vez, un chillido aullido de perrito, es el momento que pensamos en que se ha hecho valer el gato, cansado de éste. Ha tomado por costumbre, cuando lleva un hueso, el hacerlo entre las plantas de la dueña de casa, es el momento en que, quienes no son de la casa, al ver que se mueven algunas de estas..., y este movimiento no es producto de un viento, pensaran que están en un casa embrujada, pero, nada de eso, es que el cachorro, esta pelando el hueso entre medio de estas. Le llama la atención todo lo que flamee, es por eso que tiene prohibido el acercarse al tendedero de ropas, pues, si con las zapatillas, a las que encuentra fuera de lugar, el las lleva a su cucha, no queremos pensar lo que puede hacer con una sabana o mantel!. Su pequeña cucha, un cajón de frutas con en colchoncito de goma-espuma que le hizo Carlos y la Tere le puso sus colchitas, está enclavado en el fondo de la casa, lugar en que el reposa, y da la casualidad que no es en horario en que lo hace el común de las personas, pues, a él se lo ve dormir a media mañana, casi siempre con sus cuatro patitas contra la pared, su pancita al aire, en la que corretean mosquitos de todas la medidas, dejándole puntidos rosaditos, que se le ve, pues su piel blanca contrasta con estos. Se rasca de todas la formas, con su patita en la nuca, en la pancita, en la espalda, bah..! por todas partes, signo inequívoco que esta siendo utilizado como taxi por otros animalitos mas chiquititos. Hoy, nuevamente me pongo a escribir en estas líneas, solamente para decir algo mas de este animalito que se llama Ciro, a nueve meses de su llegada, ya conoce el cinto, palmadas no tan cariñosas, cosas que otros no han conocido, pues, la materia gris de la que son bendecidos estos, en este no es tan gris, o bien directamente no tiene… no hace caso a nada… es atropellado para todo, aun para comer, tiene que comer solo y lo mas lejos posible de los demás, mientras estos comen a pocos metros unos de otros sin gruñirse, este, no… a poco de haber terminado con su plato de comida, ya esta tratando de ver que dejo el otro para de esa manera hacerse cargo… Tomo con total responsabilidad el tema de seguridad de la casa, que no solamente hace barullo con su ladrido sino que sale ladrando desde donde este, y… como duerme al fondo de la casa, demás esta decir que cuando suena el timbre, no le importa la hora ni quien este descansando, sale ladrando desde el fondo hasta la entrada, hay nada mas que treinta y cinco metros… ni que decir de cuando un gato maúlla en la muralla del vecino, no escatima esfuerzo para hacerse escuchar… y como le cuesta tanto, no sabe a que le ladran los otros, pero el sale ladrando… a veces pensamos que ve chorizos voladores. Así fue pasando el tiempo con quienes te dieron un lugar en su corazón y su casa, pues, es por eso que se te perdonaba el hecho de salir ladrando desde el fondo de la casa a cualquier hora. Tus salidas a la vereda a corretear con tu amiga Zoe, bajo la atenta mirada de Brown, hoy 11 de marzo de 2005, a las 10,00 hs., todo paso a ser recuerdo, pues, como siempre, era un solo grito al verte cruzar corriendo la calle, hoy, no estaba nadie para gritar tu descuido, hoy, te paso lo que hemos evitado un sinfín de veces, el cruce sin tener en cuenta los vehículos, y es por eso que te encuentras enterrado junto con tus huesitos, a los que solías desenterrarlos, dejándonos un gusto agrio y un nudo en la garganta, extrañaremos tus ladridos, tus mordiscones en los pantalones, tus búsquedas incesantes de todo trapito que colgara, extrañaremos tus salidas ladrando desde el fondo de la casa, extrañaremos las aporreadas que le dabas a Chiffuz, a quien se lo ve caminando en silencio por toda la casa como buscándote. Hoy, pasaste a ser uno mas de los recuerdos nuestros, junto con Mack. Chau Ciro... Fuiste un fiel amigo... Te seguiremos extrañando...!

oscaralfredor@gmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Oscar, lei tu cuento.
Uno se siente identificado con lo q escribiste ya q todos los q tuvimos y tenemos mascotas alguna vez sentimos la perdida de alguno de ellos. Gracias por compartir tu historia, un beso...
Lizy_ar